Existen distintos modos de proceder para realizar implantes capilares. El más habitual durante muchos años ha sido mediante la extracción y manipulación manual de los folículos del paciente, la otra, la más reciente, es utilizar la asistencia de un robot para facilitar el injerto capilar FUE. Son dos formas de proceder y una de ellas produce una mínima agresión al cuero cabelludo.
Desde hace algunos años existe la posibilidad de utilizar estos dos métodos. La técnica FUE “Extracción de unidad Folicular” como otros tantos procedimientos de cirugía capilar ha tenido una evolución constante gracias a la mejora de la tecnología. No deja cicatrices lineales y al cabo de poco tiempo es imperceptible. Las personas que reciben este tratamiento son invisibles a ojos de los demás, tanto, que no es necesario dejar crecer el pelo para tapar cicatrices. El sujeto puede llevar el pelo tan corto como lo desee sin miedo a mostrar marcas de la intervención.
Entendiendo la Técnica
El método FUE se basa en utilizar un punzón de 1mm para extraer los minúsculos folículos de la piel de la cabeza. Esta técnica los toma individualmente a diferencia de la técnica FUSS que los toma en tiras, provocando una mayor agresión y dolor para el paciente. Además FUSS es un procedimiento de cirugía capilar en donde se separan los folículos a mano con la utilización de un microscopio.
El caso es que una vez que extraídos y separados los folículos que contienen cabellos hay que proceder a injertarlos en el cuero cabelludo del paciente. Este es el paso de unión entre las distintas técnicas FUE y FUSS. Una vez finalizada la cirugía los injertos comienzan a crecer en un plazo de 3 a 4 meses. Y para disfrutar de la plenitud del ciclo natural de crecimiento del cabello sano hay que espera 1 año. Es aquí cuando verdaderamente se observa los maravillosos resultados que este tratamiento puede aportar ya que seguirán creciendo durante toda la vida.
ARTAS VS Neograft
Hay dos técnicas basadas en la utilización de robots para microcirugía: ARTAS y Neograft. Ambas requieren rapar el pelo para el injerto capilar FUE al número 1, es decir, dejar 1mm de largo el cabello. Aunque parezca un inconveniente, tener que cortarse el pelo es una gran ventaja ya que facilita la manipulación de la zona, mejora el aireamiento de las microheridas y su más pronta curación.
La ventaja de utilizar robots es que la punción dérmica es exacta y con mayor velocidad. En una hora se pueden extraer cerca de 1000 cabellos para ser trasplantados en las zonas con calvicie. Una sola sesión puede durar hasta 8 horas aproximadas.
ARTAS no requiere la intervención del cirujano. El robot está programado para realizar la extracción de los folículos mediante un mapeo de las unidades foliculares. En cambio, Neograft requiere de la intervención de un especialista que es quien guiará el robot en los pasos más críticos para dar una apariencia natural al injerto de pelo.
¿Qué injerto capilar FUE elijo?
Pese a todo el marketing que realiza ARTAS como Neograft, no hay que caer en el engaño. Ambas técnicas tienen sus ventajas, y las dos ayudan con la velocidad de extracción así como en la mejora de los folículos extraídos, reciben menos daños, pero el éxito de un trasplante de pelo depende en gran medida de cómo se realiza el procedimiento, de las habilidades del cirujano para crear un efecto natural y de la calidad del pelo del paciente.
Uno de los pasos más importantes a la hora de realizar un injerto FUE es la forma en la que el cirujano procede a implantar los cabellos: ángulo, patrón de irregularidad para dar un aspecto natural no lineal, profundidad de los folículos, dibujo de la línea final del cabello y densidad variable en toda la zona del cuero cabelludo. Estos aspectos son los que en gran medida van a lograr resultados estéticos agradables y satisfactorios para el paciente.
De momento, la experiencia de la mano de un cirujano no puede ser sustituida. La pericia y su creatividad a la hora de realizar un injerto capilar fue es fundamental.